SER CHAMAN

QUÉ ES SER SHAMAN? O CHAMÁN?

Me encuentro muchas veces con la eterna pregunta: ¿Qué es ser chamán? Cuando nos hablan de chamanes nos viene a la cabeza folklore, plumas, tambores, maracas... Sí, plumas, tambores y maracas necesarios para hacer sanaciones, para hacer limpiezas. Pero un chamán es mucho más que eso. Para empezar, diré que la palabra chamán se ha extendido por el mundo como pólvora, pero realmente tiene su origen en Siberia. Un chamán es un sacerdote en unas tradiciones, un médico, un curandero, un laika, un hombre o una mujer medicina, un Guardián de la Tierra, Guardiana de la Tierra... se le puede llamar como guste, ya veis...

Pero detrás de él, o detrás de ella, hay Corazón. Hay Medicina. Todos podemos ser hombres y mujeres medicina. Una persona que trabaja con Reiki es un chamán, una persona que trabaja con flores de bach, o que se dedica a la reconexión, son chamanes. Hombres y mujeres medicina, al servicio de los demás.

Solamente debemos centrarnos en nuestros corazones. Escuchar el latido de nuestros corazones al compás del latido de la Pachamama, nuestra Gran Madre. Todos somos Tierra, todos somos Aire, todos somos Agua, todos somos Fuego. Tenemos los 4 elementos integrados en cada uno de nosotros, y lo único que tenemos que hacer es reconocerlo y convertirnos en Tierra, convertirnos en Aire, convertirnos en Agua, convertirnos el Fuego... Así, sin más. Todos tenemos la capacidad de sanar, pues todos tenemos la capacidad de amar sin condiciones. Es el amor el que nos lleva a la sanación. 

Todos tenemos la capacidad de hablar con los animales, con las piedras, con las plantas, pues ellos son, al igual que nosotros, seres vivos, que laten, que vibran, que hablan, que están aquí para ayudarnos en nuestros procesos. 

Un chamán es aquél que pone su corazón al servicio de quienes lo necesiten. Un chamán es el que ofrece la medicina de la Tierra, el qeu te ayuda en tu vije, el que te ayuda en el transcurso de tu maravillosa vida.

En mis seminarios y talleres simplemente os ayudo a recordar que soys seres grandes, maravillosos, capaces de hacer lo que os propongáis. Os comparto mi conocimiento, os ofrezco mi tiempo y mi ayuda. Os recuerdo que tenéis poder. Puesto que yo solamente confío en aquellas personas que me dan mi poder, no que me lo quitan, yo hago lo mismo. Os recuerdo que sois poderosos y que podéis ser lo que os propongáis.